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El Puente. León Molina

Walking dead

Walking dead

Realmente sorprendente y misterioso el PSOE en estos momentos. El partido está dirigido por un zombi y detrás de él vaga otro grupo de zombis como en una escena de la serie televisiva Walking dead. Son muertos vivientes esperando quizás una cura milagrosa  o simplemente seguir adelante zampándose a los supervivientes que le quedan en el entorno. ¿Y el resto de la gente del partido, y sus votantes? Si no están aquejados de la misteriosa muerte-enfermedad, ¿qué hacen, que piensan?, ¿agoniza el PSOE? Después de la debacle electoral propiciada en buena medida por la crisis, pero sobre todo por la gestión que el partido hizo de la misma mientras estuvo en el poder, muchos nos preguntamos qué haría ese partido. Suponíamos que vendría una oleada de cambios en las personas y las ideas, una apertura a la gente de la calle para decirle que ahí estaban y que querían saber qué consideraba la gente que había que hacer. Nada de eso ha sucedido. Hubo un pequeño rifirrafe para ver quién habría de ser el zombi jefe y poco más. En las comunidades y provincias se dieron  movimientos timoratos de contestación que misteriosamente desaparecieron como una llovizna de primavera. Los jefes y jefezuelos han seguido todos en su sitio. Las ideas que se iban a renovar han seguido colgando de las posaderas gordas de los mismos sujetos. El diálogo con la ciudadanía ha sido algo así como asomarse a las ventanas para ver a la gente pasar. El partido continúa en caída libre en las encuestas de intención de voto, pero los zombis siguen deambulando descarnados y cojitrancos entre los cascotes que empieza a acumular nuestra sanidad, nuestra educación, nuestro trabajo, nuestra alegría. No proponen nada porque son zombis. Y lo que pasa es que los supervivientes han empezado a comprender lo que sucede y les huyen y como se acerquen mucho les atizan un buen leñazo para evitar el contagio. No lleva buen camino este PSOE no. Sus votantes se marchan a otros partidos que están flipando de ver llegar a tanta gente.  Pero ellos siguen como una pandilla desorientada buscando no se sabe qué. La gente encerrada en sus casas percibe que son parte del problema que viene a unirse a la otra gran pandilla de zombis, el otro grupo que ya le tenía cogido el tranquillo a lo de andar de medio lado con la pata torcida. Y aquí estamos escondidos en el pajar vigilando por la ventana. Pero esta película tendrá un final. Y en él no tendrán cabida los zombis.

1 comentario

Puli -

Muy bueno!!! Me gusta todo, pero lo del zombi jefe es un hallazgo de primera. Ala primera ocasión que tenga utilizaré la expresión, por supuesto sin citar a su verdadero autor.