Blogia
El Puente. León Molina

La República invisible

La República invisible

Existe una república de seres invisibles que sostiene este país, que sostiene quizás el mundo entero. Gente sensata que no es traída y llevada por modas y consignas, que puede cambiar de opinión, pero que no lo hace porque sí. Gente que no es del todo egoísta y comprende o intuye que es lo que es y consigue lo que consigue en cierta medida porque pertenece a un grupo humano, a una sociedad si se quiere (eso que decía Margaret Thatcher que no existe). Gente en fin que vive en sus cosas, siendo sus cosas algo más de lo que entra en sus bolsillos y que aporta a los demás el inmenso tesoro de la tranquilidad, el buen juicio y una actitud positiva (sencillamente positiva, sin cruzadas traicioneras de bondad). Es gente más o menos normal, que no sale en los periódicos, que no arrastra a los demás a ningún lado, que vive una vida más o menos rica y que, sencillamente, sostiene el mundo. Sospecho que no son mayoría, pero son imprescindibles para que no se vaya todo al garete. Hay por contra una gran masa de gente que acepta las mentiras que parecen verdades a fuerza de repetirse, que siguen consignas y no entienden otra forma de estar en el mundo que alineados ciegamente en los bandos que los humanos crean para todo, que usan como energía para moverse la reacción contra lo que sea y que el grupo humano más extenso por el que pueden llegar a esforzarse no va más allá de la familia y los amigos si acaso.  Esa república invisible de los sensatos y positivos es la que, sin un estado, sin una constitución, sin leyes y sin elecciones, mantiene mal que bien a la Política, con mayúscula, a salvo del caos y la destrucción. Es una república fuerte precisamente porque es invisible y es difícil derrocarla o adueñarse de ella. Sobre sus hombros sostiene el pesado fardo del estado real con todas sus miserias y las de la sociedad visible y articulada con todas las suyas. La mayor dignidad de un ser humano es ser ciudadano de esa república invisible. Sencillamente.

0 comentarios