Mi nombre es rojo
Termino de leer Mi Nombre es Rojo de Mercedes Díaz Villarías y he sido arrastrado por una energía cadenciosa y he sido abandonado en el placer de lo extraño y de lo auténtico. ¿Dónde pusite, Mercedes, las instrucciones para bajar de nuevo al mundo?.Me ha azotado un viento que me arranca las hojas volando con gracia, ahora que yo era un árbol a punto de ducharse y salir a tomar unas copas si es que quedan amigos. Y las hojas que caen tienen memoria. Mira: La voz ajada de Billie Holiday poniendo los muslos de su voz en mi cuello. El aliento inacabable de Walt Whitman y su verso corto de ciclo largo. Los hallazgos de Aleixandre, sus gemas puras fraguadas en el carbón de la incosciencia. Y la larga fila de palabras de Altazor cayendo en sus paracaídas sobre el mundo. Un aroma de experiencias auténticas vividas en tiempos de la más venerable locura me embargan. Leo de nuevo. ¿He oído la trompeta de Chet Baker?. Un encuentro imposible de Lou Reed y Jaco Pastorius para hacer sonar la depravada perfección de la belleza en un tugurio que yo compraré algún día y lo pondré en la playa cuando me retire. Mi Nombre es Rojo es música. Mi entendimiento pidió rápidamente un güisqui. Esta noche los músicos estaban tocando de verdad. Los neones, las hamburgueserías, las noticias incomprensibles de los diarios, la mala vida en los hoteles, los aviones, el extenso pequeño mundo, les mordían sus oídos ancestrales. Y sonaba la música nueva con la belleza antigua, inalterable, de la tristeza.
Noche memorable en el club Mi Nombre es Rojo. Algún día encontraré uno de esos discos raros y perdidos con la grabación de aquella noche hecha en un cassette bajo la mesa y sólo con tocarlo recordaré toda la música mientras recuerdo también que yo estuve allí. Pero eso no importa ahora. Esta noche mi corazón es rojo. Sí.Miradme, estoy plena sobre aguas turbulentas. Si. esta noche mi nombre es rojo: El cuerpo estoy desecando escurriendo el corazón ente costillas de lienzos aún blancos, instanténeas digitales, minidiscos/ pantis y papeles./ No me interesa no me interesa/ aquí nunca nada (lejos de viajes a lo lago de túneles) sucede, alguien sube el volumen de un tema atroz al lado. Si ocurre algo procuro olvidarlo./ Voy a olvidarte porque vas a hacerme daño./ Permanezco aquí en el cuarto como víbora negándose a mudar la piel, entre sí todas las cosas desordenadas. Padre, quiero más vida y una fuente inagotable de energíalimpia e inagotable. Yo estuve allí. De la tristeza de los músicos, surgió una fuente inagotable de energía
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Bravo.