Blogia
El Puente. León Molina

Dios está con ellos

Dios está con ellos España no escapa al seguimiento que tiene la carrera electoral en Estados Unidos en todo el mundo. En esta larguísima y tostonera precampaña que se motan, sus acontecimientos son constante primera plana. En parte (en gran parte) se produce un seguimiento cotilla y voyeur al estilo de los reality shows televisivos, no en vano aquél país convierte todo con pasmosa facilidad en espectáculo. Y sus elecciones lo son. Son fenómenos mediáticos y efectistas que apelan al deslumbramiento y las emociones más que al análisis y el juicio. En otra parte,  también son seguidos con un interés razonable si tenemos en cuenta que Estados Unidos sigue siendo el país más poderoso de la tierra y lo que suceda allí (véanse las recientes turbulencias bursátiles) y las decisiones que allí se tomen, afectarán sin duda, en mayor o menor medida, al resto del mundo. Las primarias actuales están teniendo una novedad que afecta más al fenómeno espectáculo que otra cosa; la casi seguridad de que tendrán la primera mujer presidente o el primer presidente negro (cosa que si bien se mira carece de importancia) y la aparición sorpresiva del candidato Obama como un David frente al Goliat Hillary con toda su gran red de apoyos. Esto crea la ilusión, incluso en los no norteamericanos, que algo puede cambiar, que algo nuevo se avecina, después del terrible y bochornoso mandato de Busch. Yo no creo que Obama vaya a conseguir la nominación, pero sobre todo creo que gane quien gane las cosas cambiarán poco. La oposición de los demócratas a los republicanos puede confundirnos en este sentido. Ellos son los que se oponen a los presidentes fanáticos religiosos, su corte de economistas neocon y sus manadas de halcones de gatillo fácil por el mundo. Pero no nos engañemos, tanto Hillary como Obama, después de cada mitin se marchan a participar en oficios religiosos de esos de poner los ojos en blanco y mucho aleluya, ellos seguirán emitiendo monedas que dicen “en dios confiamos”,  y cuando comiencen alguna guerra, porque alguna comenzarán, lo justificarán diciendo que ellos son los defensores del bien contra el mal y que “dios está con nosotros”.  Y ambos seguirán contaminando como bestias el planeta. Y ninguno de los dos levantará las protecciones al algodón nacional que mata de hambre a millones de africanos cada año. Y ninguno de los dos le cantará la caña a los judíos. Y ninguno de los dos creará la seguridad social americana aunque quisiera, porque el poder económico se lo impedirá. De modo que Obama, pues bueno, vale, por si otro Bush, no por otra cosa.

1 comentario

Angel J. -

Tienes razón, hermano, nada cambiará en lo grueso, ni puede uno esperar de la política lo que no le va a dar, pero yo sí creo que saldrá Obama, y sí creo que algo más que la Hillary hará.
Me encantan tus artículos, muy bueno el de Dimas, por ejemplo...
Un abrazo grande