Kali tuxi
El pasado fin de semana mi hijo trajo a nuestra casa en el campo a unos amigos griegos que andan por aquí estudiando con una Erasmus y con algunos de los cuales comparte piso. Lo de las becas Erasmus son algo que bien mirado resulta barato y puede que sea de los mayores logros tangibles de la UE para las futuras generaciones de europeos, pues todo lo demás ha sido más bien hasta ahora grandilocuencia y negocio para enriquecer más aun a los mismos. Estos chicos son buena gente, son listos y hasta guapos. Vienen de un país al que los mercaderes del dinero y unos políticos mediocres y sumisos han arrojado a una situación complicada, un país intervenido, con menos libertad y donde el futuro para ellos se presenta sombrío. Me dicen que ni siquiera aspiran a poder alcanzar un puesto de trabajo relacionado con aquellas disciplinas que están estudiando. Pero la juventud es una fuerza desbordante que resiste todos los obstáculos, y son felices –algún día comprenderán que mucho más felices de lo que ahora piensan que son-, viven en un mundo de amistades, de entendimiento al que los idiomas no dificultan ni un ápice, de música, de enamoramientos, y de aprendizajes y estudios. Son seres humanos que están poniendo de su parte con alegría todo aquello que es necesario para alcanzar la dignidad de ser personas y la decencia de ser ciudadanos. Y son además, por su esfuerzo y con todas las de la ley, europeos y ciudadanos del mundo. Es magnífico lo que podría llegar a construirse con estos chicos y tantos otros como ellos. Pero tienen veintitantos años en la Grecia arruinada por los avariciosos, en la Europa desconfiada de sí misma y en el mundo injusto, destrozado y hambriento. En un momento, mientras charlaban y reían, un frío desagradable me ha recorrido la espalda al pensar en el mundo que yo y la gente de mi edad les vamos a dejar para que vivan en él. ¿Cómo hemos sido tan tontos, tan inconscientes, tan cobardes? Isidoros, Anna, Natassa, Eva, lo siento mucho, de verdad. Os deseo lo mejor y que vuestra espléndida sonrisa siga brillando por encima de nuestras miserias. Buena suerte- Kali tuxi.
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