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El Puente. León Molina

Un sólo mundo

Un sólo mundo El problema actual de la emigración no es desde luego asunto para tomárselo a broma y mucho menos para frivolizar con él. Y un modo de frivolizar es enrocarse en posturas monolíticas que más que soluciones buscan un posicionamiento claro y vendible electoralmente frente al adversario. Los dos principales matices de las posturas que se esgrimen hoy son los dos verdaderos y necesarios; hay que regular la inmigración y hay que fomentar el desarrollo en los países de origen de la emigración. Lo sensato sería la colaboración política para buscar soluciones en ambas direcciones. Pero me temo que eso no va a suceder. Simplemente porque estamos metidos de lleno en la dinámica perversa de “lo que digan éstos, nosotros lo contrario”. El mundo occidental no tiene recursos para llevar a esos países al desarrollo a corto plazo, pero sí los tiene para llevarlos a los primeros escalones de desarrollo que son los que frenarían la emigración. Pero no hay conciencia ni voluntad para ello. Porque nuestro mundo, el mundo de los estados, divide permanentemente la realidad con la línea estúpida del  nosotros y el ellos. Las fronteras, esas rayas arbitrarias pintadas sobre los mapas, rigen nuestra visión del mundo, nuestro proceder y nos proporcionan incluso la vana y torpe ilusión de nuestra identidad.  Pero en el fondo no hay más identidad que merezca la pena defender que el ser humano, la evitación del sufrimiento de las personas sean del color, la lengua y las costumbres que sean. Contra esto, la estupidez humana se mantiene siempre alerta; un tonto de baba dice que España no ha pedido perdón todavía por la expulsión de los árabes de su territorio y un imbécil contesta que los que no han perdido perdón son ellos por la conquista y ocupación durante ocho siglos. Los supuestos españoles que estaban aquí cuando llegaron los árabes no éramos nosotros, eran unos señores germánicos que habían invadido la península y los árabes que fueron expulsados, eran árabes españoles. ¿O no se consigue la ciudadanía después de ochos siglos?.  Y desde luego, tampoco éramos nosotros los que los expulsamos. Todas las civilizaciones de la historia están construidas sobre las ruinas de otras. Deshacer esta madeja supone un camino imposible de regreso al paleolítico. Sólo ha habido gentes moviéndose por el egoísmo o el hambre por su propio mundo que es uno sólo. Y podemos levantar las murallas que queramos, pues todas las murallas son borradas por el tiempo y la erosión magnífica del sufrimiento, el hambre y el dolor humanos.

6 comentarios

León -

Anaximandro: Te supongo muy culto. Por eso supongo que el olvido de las comillas antes y después de la palabra "solo" se ha producido por un error de digitación. Aunque reconozco que sin ellas la frase queda archimegaexpresiva de la muerte. Y ya que hemos tenido la suerte de coincidir en unos de esos universos infinitos de que hablaste hace tantos siglos, permíteme que te envíe un saludo, sólo un abrazo solo en las inmensidades cibernéticas.

León -

Fanjul: Yo hablaba de dos posturas verdaderas y de la necesidad de colaboración entre los dos grandes partidos. Tu aprietas las filas de la opción partidista. Es tu opción. Y es tu opción también contarlo en este blog, que está para eso. Gracias. Un saludo.

León -

El guajiro, tus décimas seguro están movidas por un corazón dolido por la emigración. Gracias de todo corazón por ponerlas aquí.

Anaximandro -

Estoy de acuerdo con todo lo que ha escrito Serafín Fanjul. Además, León manifiesta ser un poquito analfabeto cuando acentúa dos veces el adjetivo solo como si fuese el adverbio que equivale a solamente.

Serafín Fanjul -

Se repite la escena: el anterior presidente del gobierno hace en Estados Unidos un comentario incidental y no poco retórico sobre la invasión musulmana de nuestro país en el año 711 y una cuadrilla de intelectuales e historiadores de altura se lanza sobre él acusándole de todo, desde belicista a ignorante, pasando por inoportuno. Que personajes de la talla de Llamazares (me refiero a la política), López Garrido, Saura o un andaluz llamado Pizarro, aprovechen la ocasión para chupar cámara y micrófono a rebufo de Aznar sólo confirma la endeblez de sus propios programas, propuestas y principios, dada esta disposición automática a contestar cualquier observación del contrario. Como ocurre que un servidor ha utilizado en ocasiones –y sospecho que por los mismos motivos y circunstancias– ideas semejantes a las expresadas por Aznar en este terreno, consideramos necesario hacer algunas aclaraciones. Y no creo que nos hayamos copiado recíprocamente. Pues la evidencia es tan grande que resulta normal arribar a conclusiones similares: el islamismo intransigente y agresivo que está amenazando al planeta induce a recordar, por justicia distributiva, que responsabilidades históricas cargan todas las comunidades humanas, pero unos las asumimos y otros ni por pienso. En ese sentido parece que hay que entender –y nada más– a José María Aznar, aunque la recua de políticos más arriba citados no lo comprendan, o finjan no comprenderlo.

Antes de nada, es preciso establecer el escenario, los entresijos de la tramoya y los distintos decorados que componen el panorama. A nuestro juicio, atacan a Aznar por seguir siendo la principal figura de la derecha española y, por tanto, su adversario más peligroso; por haber pasado ocho años en el poder sin que puedan exhumarle ningún pufo de estilo socialista; por haber arrinconado política y operativamente a la ETA; por haber conseguido para España un puesto de relevancia internacional de que carecía desde Carlos III; y por haber saneado la economía nacional que ellos habían arruinado. Sin embargo, la mayor culpa, la imperdonable, fue renunciar voluntariamente, cuando estaba en la cresta de la ola y nadie se imaginaba un 11-M, a presentarse a un tercer mandato, intentando así establecer una sanísima costumbre ininteligible para González y exótica para Rodríguez que, si puede, morirá de presidente del gobierno (mejor, de la IIIª Minirrepública), viejecito y tras serle administrados todos los viáticos, óleos y extramaunciones (laicos, por supuesto). No estamos haciendo el panegírico de Aznar sino enumerar hechos innegables; en su momento, discrepamos de algunas de sus medidas de gobierno, iniciativa suya o de sus asesores y ministros, aunque ahora a nada conducen lamentos si alguna de esas disposiciones ha venido de maravilla a quienes le sustituyeron en Moncloa y otras fueron de inmediato derogadas.

Pero ¿qué dijo Aznar sobre los árabes? Algo evidente: que los musulmanes invadieron nuestro país en el siglo VIII y que nunca han manifestado la menor contrición, extremos ambos fuera de duda. Entonces ¿ a qué viene tanto revuelo? En el caso de los "rojos", más bien rositas vocingleras, como Llamazares o Saura, tal vez piensan que dorar la píldora a los inmigrantes muslimes convertirá a éstos en la tropa de infantería proletaria de que carecen; o, a tenor de su nivel cultural, están persuadidos de que el "Otro" siempre tiene razón (nosotros nunca), por lo cual debemos desarmarnos en todos los sentidos, escupir sobre nuestros antepasados y erigir cursilísimos altares de incienso a los de los moros, culpables –al menos– de barbaridades tan bárbaras como las perpetradas por los nuestros. Todo un modelo de esquizofrenia, alienación y cobardía.

Respecto a los socialistas valen también las dos razones anteriores, con el añadido de formar parte de un aparato burocrático que se ve en la obligación de agredir permanentemente a los contrarios porque les va en el sueldo: muy recomendables y sabrosas las recientes declaraciones de Julio Anguita a El Mundo sobre López Garrido. En cuanto al otro, el andaluz Pizarro, cabe resaltar que los socialistas en Andalucía están promoviendo desde hace años un arabismo de guardarropía para segar la hierba bajo los pies del Partido Andalucista apropiándose de sus fantasías, por inconsistentes y falsificadas que sean, y esta manipulación cultural choca de frente con las observaciones de Aznar. El aguafiestas les rompe el juguete, vaya. Que Andalucía tiene muy poquito de árabe es algo claro para cualquiera que estudie el fenómeno, tanto como la comprobación de que las muy chiquitas reminiscencias morunas van mermando progresivamente y sin tregua con el transcurso del tiempo. Hasta la irrupción de los moros inmigrantes que, obviamente, no representan a nuestra cultura ni forman parte de la evolución de nuestra sociedad. Que el Pizarro et alii aludan al "mestizaje" sólo prueba lo ayunos que andan de historia de su país y el desparpajo con que manejan los presupuestos (que yo también subvenciono) para financiar mamarrachadas.

Por lo demás, Aznar ejerció de portavoz de muchos españoles, de muchos cristianos, con o sin voz pública: estamos hartos de ofensas, agresiones y asesinatos de parte de una gente que, no contenta con arropar a los criminales de su bando (ahora mismo, no en la Edad Media), por añadidura y gracias a la cancha que les regalan nuestras instituciones y a la memez de los progres, se adornan dándonos lecciones de democracia y recriminándonos (a veces a tiros, como a la monja asesinada en Somalia) por un dibujo o unas palabras. Ellos.

Nota bene: El asesinato de la monja italiana en Somalia, para la TVE socialista, es "un crimen no aclarado". Bingo. Con lo cual parece sugerirse que la pobre mujer, que dedicó su vida a cuidar enfermos y niños, murió en la vorágine de un crimen pasional, por meter la mano en la caja registradora como si fuese Roldán o víctima de un ajuste de cuentas entre narcotraficantes. ¿Hay quien dé más Alianza de Civilizaciones?

el guajiro -

hay dos formas de llegar
reflejadas en los pies,
la de pies mojados es
cuando te lanzas al mar
y la otra aterrizar
con temores alejados
y los amores dejados
a todos embargarán
pues todos arribarán
con los ojos anegados.

Existen en cantidad
sin escrúpulo esos "vivos"
que trafican explosivos
y fomentan la maldad,
mancillan la ingenuidad
erigiendo dictadores
que cada vez son peores
disfrazados de corderoes
llevándose al matadero
como siempre, a los mejores.

Reconociendo al rival
aunque no lo comprartamos
creo será como vamos
camino de hundir el ma,
tratando de igual a igual
blanco o negro al ser humano,
al islamista, al cristiano,
que impere solo el derecho
y que la paz sea un hecho
si lo vemos como hermano

En las balsas del cubano,
las pateras de Marruecos,
todos buscando unos huecos
en el cayuco africano
vienen buscando un hermano
cuando llegan tiritando
porque dejaron llorando
una larga teoría
en el mar con furia impía
de sarcófagos nadando.

Propagar la educación
sin querer manipularla,
democracia y respegarla
será el más firme bastión.
Diga el pueblo su razón
y callen los salvadores
con sus remedios peores
que cualquier enfermedad
llenando a la humanidad
de sangre, muerte y horrores.

Como pié seco en España
que vivió la transición
doy fé de que es el perdón,
nunca el talión ni la saña
hay que legislar con maña
en la ley todo se encierra
y cuando el trato se cierra
se sella con un losa
donde cavaron la fosa
para el hacha de la guerra

Cuando mi cuerpo se fué
Yo volé sin corazón,
Pues aquella sinrazón
me preguntaba ¿Por qué?
Ma, pronto reaccioné
del dolor que me embargaba
y era porque me encontraba
rodeado de simpatía
de una España que se abría
mientras Cuba se cerraba.