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El Puente. León Molina

Lobos y pastores

Lobos y pastores

La semana pasada grupo de pastores nómadas de Somalia dormían alrededor de los fuegos de sus improvisados campamentos. Quizás algunos de ellos apuraban los últimos instantes antes del sueño mirando al cielo, con la esperanza de que sus vidas cambiaran. Pero sus vidas no cambiaron. Sencillamente se terminaron. Desde ese cielo que miraban, llegó el Apocalipsis en forma de bombas. Setenta pastores murieron  a causa de la nueva enfermedad llamada “daños colaterales”,  aunque sus familiares seguramente no necesitarán el eufemismo y  le llamarán simplemente asesinato. Un bombardero de los EEUU en busca de lobos, acabó con los pastores.

La forma en que la administración norteamericana está llevando su supuesta guerra contra el terrorismo es otra forma de terrorismo, tan indecente como el que persigue. Y desde la pura lógica se puede concluir que si contra el terrorismo se usa el terrorismo, el resultado es más terrorismo. Uno más uno es igual a dos. Sólo es posible combatir el terrorismo desde la más escrupuloso diferencia con él. El ejemplo no lo tenemos lejos, lo tenemos en nuestro país. España está ganando al terrorismo desde el estado de derecho, con actividad policial vigilada por los jueces, con respeto a los derechos individuales, con colaboración internacional y, hasta la presente legislatura, con unidad de acción de los demócratas. Si España actuara de modo similar a EEUU, la aviación española habría bombardeado la campiña francesa, las tierras de Cuba, México, Venezuela y otros cuantos países destrozando la seguridad internacional y el País Vasco viviría sin duda alguna una sangrienta guerra que los nacionalistas habrían convertido en guerra civil.  A los terroristas los carros de combate, los cazas y las tropas se la traen floja porque ellos no son un ejército. Y la sangre y muerte de inocentes son el combustible que alimenta su maquinaria. Hace algún tiempo Hillary Clinton vino a España a aprender sobre Seguridad Social. Si el sucesor del descerebrado Bush decidiera venir a España a aprender sobre lucha contra el terrorismo, también le podríamos enseñar unas cuantas cosas. En esto también somos dolorosamente buenos (no perfectos, como ha demostrado el vergonzoso espectáculo de las manifestaciones del pasado fin de semana).  Hasta el primer crío que se encontrara le podría explicar que no se soluciona el terrorismo llevando países a la guerra y mucho menos despanzurrando pastores muertos de hambre.

1 comentario

Angel -

Muy sereno, y mira que apetece solazarse, y muy certero, hermano.
Gracias, un abrazo