Blogia
El Puente. León Molina

Del logro y las elecciones

Del logro  y las elecciones El otro día charlaba con unos amigos acerca de las causas por las cuales el resultado de las elecciones en Albacete había sido tan distinto de lo que anunciaban las encuestas y habían resultado una auténtica sorpresa para casi todo el mundo. Una amiga mía, que es muy lista, sostenía que en el PSOE había habido triunfalismo y que esto había provocado una campaña más bien flojita que no movilizó a la gente de barrios que tradicionalmente han votado PSOE, que esos barrios además, sentían que los programas sociales habían decaído quizás por causa de los gastos en grandes obras. Y por último, y esto es lo que me parece más interesante, mantenía que desde el punto de vista del marketing político se había cometido el error de basar la gran baza electoral en las grandes obras precisamente, cuando éstas tienen un gran valor mientras se están haciendo, pero lo pierden una vez terminadas. Esto último me parece un pensamiento sutil y profundo. ¿O no es cierto que en toda actividad humana nos afanamos en la búsqueda, en el camino, y una vez que conseguimos lo buscado nos aburrimos y desencantamos, que lo obtenido nos parece que era en justicia nuestro y ya no nos emociona?,  ¿ puede incluso que el desencanto sea tanto mayor cuanto mayor sea el logro?. Si esto es así, ¿se podría decir entonces que el PSOE y Manuel Pérez Castell han obtenido un resultado bastante peor del esperado a causa de sus innegables logros en las grandes obras?. Amarga paradoja sería ésta a la que tendrían que enfrentarse. Si esto fuera así, los políticos no deberían afanarse en inaugurar obras como sea antes de las elecciones  aunque no estén terminadas, sino que deberían alargarlas hasta las elecciones aunque pudieran terminarse antes. El mensaje que “vendería” entonces no es lo que hemos hecho, sino lo que estamos haciendo y que vamos a terminar enseguida, después de las elecciones. Es decir que desear daría mas votos que conseguir por cruel que parezca a aquél a quien precisamente se le encomienda conseguir cosas.  De modo que el eslogan “estamos haciendo mucho” hubiera funcionado mucho mejor que el “haremos más”.Aunque bien pudiera ser todo esto una elucubración sin base en la realidad, como vendría a demostrar Gallardón, su M30 y su arrolladora victoria. De modo que, mi estimado don Manuel, me temo que a mi pesar no voy a poder sacarle de la duda en la que acaso habrá usted caído como buen filósofo y pensador al leer estas reflexiones de mi amiga y mías fruto del ocio y el vicio de buscarle los tres pies al gato.

1 comentario

Puli -

No estoy de acuerdo. En su análisis olvida incorporar la variable de la abstención, que ha sido generalizada en las ciudades y que ha perjudicado sobre todo a los socialistas. Esa abstención bien podría interpretarse como una patadita de advertencia que los electores le han dado a ZP en la espinilla de los alcaldes socialistas. En todo caso, la pirueta escéptica que hace usted en las últimas líneas logra salvar su artículo. Comparto ese filosófico regate final, pero sus preparativos. Atentamente, Pulitzer.