IU
La situación en que se encuentra Izquierda Unida casi da lástima. Es casi un partido desaparecido de la escena política. Yo, por si les puede valer, haría una lectura a la que, seguro, ellos no están acostumbrados, una lectura desde la pura gestión en el sentido organizativo y casi empresarial del asunto. Desde este punto vista, lo primero que encontramos es que el producto no se vende. Y cuando esto sucede, se le puede dar las vueltas que se quiera, pero la oferta y la demanda se han desadecuado. Cuando esto sucede es necesario elegir entre conocer lo que la demanda (lo que los ciudadanos) quieren y ofrecerlo para tener éxito, o bien se puede decidir ser pequeño, testimonial, resistente y aspirar a poco más que a existir. Lo que pasa es que para esto ni siquiera hace falta un partido. Incluso es probable que otro tipo de organizaciones (asociación, ONG, etc) sean más eficaces, de hecho muchos miembros de este partido lo abandonan para entregar sus entusiasmos a este tipo de organizaciones. Hay otra vía; la especialización. Está en el “abc” del marketing. Porter dice que o eres el más barato y le vendes mucho a todos (en política un dicurso “barato” sería ofrecer lo que la gente quiere oír sin más reflexión ni esfuerzo), o que eres el más barato para una parte del mercado (el política el caso claro serían los partidos nacionalistas) o eres el más eficaz y específicamente adecuado a una parte del mercado, lo que él llama estrategia de enfoque. Esta es una estrategia ensayada por partidos muy minoritarios, pero por ninguno de los que aspiran a ser algo en el concierto político nacional. Desde mi punto de vista, esta es la oportunidad de IU. Dejar de aspirar a “la totalidad”, esto es a gobernar España. Esto es soñar e ir de batacazo en batacazo. Podría “especializarse” en los temas y áreas que podrían, en teoría según ellos, serle más cercanos (protección social, libertades individuales, protección medioambiental, etc) Y por esa vía, no gobernar, pero conseguir la representación necesaria para influir. Pero para eso necesita otras cosas muy importantes desde el punto de vista de la gestión; definir la misión de la organización, dotarse de un plan estratégico y, quizás lo más importante, una completa reorganización coherente con esos planteamiento. Esto es casi hacer un partido nuevo, soltar lastres como el casposo PC y otras minorías internas, y encontrar el equilibrio entre el asamblearismo y la autoridad interna, entre otras cosas. Eso supondría ser algo, frente a la realidad actual de ser prácticamente nada. Ellos verán.
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