Campos vacíos
Las serranías de Albacete se siguen despoblando. Este es uno de los datos que figuran en el prestigioso Anuario Económico que elabora La Caixa. En el récord negativo de despoblación en el período 2002 a 2007 se lo llevan cuatro poblaciones de la Sierra del Segura; Bogarra (-15%), Yeste (-13%), Liétor (-8%) y Letur (-7%). El estudio recoge datos sólo de los municipios mayores de 1.000 habitantes por lo que puede haber porcentajes parecidos en otras poblaciones más pequeñas. De la “quema” sólo se salva Elche de la Sierra que es el único pueblo de la Sierra del Segura que tiene algún desarrollo industrial y que además es sede de distintos servicios que presta a sus vecinos más pequeños. De la sierra de Alcaraz hay menos datos porque hay pocos pueblos de esas dimensiones, pero por simple observación se adivina que la dinámica debe ser parecida. De hecho Alcaraz pierde 4 puntos y Riópar 2. En la provincia crecen de manera significativa las poblaciones mayores con Albacete como principal centro de crecimiento y con ella las poblaciones que comienzan a desarrollar un modelo satélite de la capital, no en vano Chinchilla es la población con mayor crecimiento porcentual de la provincia. El decrecimiento en general se ubica en los municipios del sur y el oeste y el crecimiento en el norte y el este, en los corredores hacia las zonas ricas del centro y levante. Es en suma el reflejo a nivel provincial de un modelo de sociedad industrial, de servicios y urbana, frente a la cual el medio rural, y especialmente el serrano, languidece. Todo este proceso se produce por la lógica económica de una cultura carente de una economía de la lógica. De este modo somos capaces de desarrollar y consumir ferozmente bienes que acaban con los recursos naturales que los proporcionan, nos buscamos múltiples incomodidades y esclavitudes para vivir en ciudades que nos deslumbran con mucho más de lo que necesitamos, borramos del mapa la diversidad cultural (costumbres, agricultura, especies, habitat, materiales, etc) para construir una sociedad gris, monocorde, inculta y agresiva. Muy rica, eso sí, y donde voto cada cuatro años. Las sierras de Albacete se vacían, todas las sierras de los países desarrollados se vacían. Hemos dado la espalda a la vida relacionada con la naturaleza y con las prácticas y saberes antiguos que nos relacionaban con ella. Somos todos carne de ensanche de esta o aquella ciudad. Por el pueblo de nuestros abuelos no pasa la línea de bus en la que nos desplazamos incesantemente buscando la felicidad.
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