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El Puente. León Molina

Graellsia Isabelae

Graellsia Isabelae Hace unos días llegó hasta la fachada de mi casa una mariposa que no había visto nunca. Era grande como una mano y de un colorido deslumbrante. Fui corriendo a coger mi cámara y logré unos primeros planos estupendos. Como soy bastante ignorante en estas cuestiones, mandé la foto por internet a mi primo Chobal, que es biólogo con mucha observación de campo a sus espaldas. Recibí en respuesta un correo en el cual, después de insultarme cariñosamente, me decía que esa mariposa era una Graellsia Isabelae, una especie protegida muy rara que sólo se encuentra en algunos lugares apartados del sureste español y que él en todas sus jornadas de campo jamás había conseguido ver una en vivo. El suceso es sin duda intrascendente, pero a mí me pareció que podía ser una buena metáfora de la propia vida. Alguien que busca algo con ahínco, que se prepara, estudia, que le echa entusiasmo y horas no consigue nunca el objeto de sus anhelos y, mientras tanto, un indocumentado que no sabe ni lo que es eso, se encuentra de pronto con el regalo de su visión. La vida es así; azarosa, impredecible e injusta. La suerte del ser humano es que puede llegar a desear muchas cosas y de este modo que le suene la flauta con alguna de ellas. Si no fuera así, la vida sería el más perfecto mecanismo de tortura y frustración. Cabe también una posición sin duda saludable, la que se refleja en el título de aquella hermosa canción de Crosby, Stills and Nash: Si no tienes contigo a quien amas, ama a quien está contigo. De modo que, aplicándome el cuento, yo he disfrutado como un niño con mi visión y descubrimiento de la Grellsia, como si hubiera estado toda la vida buscándola. Pero no es fácil. Solemos tener cada uno de nosotros la foto de nuestra Graellsia pegada en la frente y no dejamos espacio para nada más. Venimos a ser como niños grandes; Yo quiero mi Graellsia, y si no me dan mi Graelsia me enfado. Sin embargo la vida no deja de hacernos llegar cada día todo tipo de mariposas, de regalos que sólo lo serán si somos capaces de entenderlos así, de extrañarnos lo suficiente, si somos capaces de buscar un poco de inocencia en nuestros ojos obsesivos.  La vida es una putada diseñada por una mente enferma, la vida no tiene sentido. De acuerdo. Por esa misma razón, hay que tener la cámara preparada para el momento en que los vientos de la casualidad traigan hasta tu fachada un Graellsia. Y por supuesto, lo más importante de todo, hay que buscarse primos o amigos que entiendan de mariposas. Que es que así da más gusto.

2 comentarios

frikosal -

Correcto (excepto que no solamente está en el suereste). Yo llevo años tratando de verla. Pero a cambio, he visto pájaros rarísimos que no supe valorar.

Mafalda -

Que razón tienes!