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El Puente. León Molina

El jardín neolítico

El jardín neolítico Existe en el sur de la provincia de Albacete un término municipal que se llama Nerpio, pero que bien pudiera llamarse El Jardín Neolítico. En ese territorio están documentados más de setenta yacimientos de pinturas rupestres del arte levantino, declaradas por la ONU Patrimonio de la Humanidad y considero que no es difícil que aparezcan más por lo intrincado del terreno y porque todavía no se ha llevado a cabo una búsqueda sistemática, salvo por parte de algún entusiasta estudioso local. Algunos son una sucesión de covachas con decenas de figuras cada una de ellas. Otros son más modestos; aparecen en refugios aislados y cuentan con algunas figuras y signos. Algunas de éstas, sin embargo, unen al valor de las propias pinturas, un entorno de una belleza espléndida y, por qué no, el encanto añadido del reto de una naturaleza dura y una pequeña aventura. Alguna de estas covachas se ubican en farallones impresionantes a los que se accede tras un no fácil recorrido por breñas donde no hay más senda que las trazadas por jabalíes y cabras monteses y por cárcavas donde los montes se te echan encima y te recuerdan que eres pequeño en medio de la naturaleza. El pasado fin de semana visité una de ellas en un día de nieblas que dibujaban paisajes de ensueño en permanente cambio. Una lluvia fina arrancaba de la tierra olores puros, mientras pájaros cercanos e invisibles emitían cantos desconocidos, poniendo sonido a la emoción y la belleza. Realmente, sentado en esos refugios, de espaldas a las pinturas, con la vista puesta en los valles y montañas de todos las azules, era fácil echar a volar la imaginación y rememorar la vida y las sensaciones de nuestros remotos antepasados. El municipio de Nerpio, pobre y despoblado, posee unas riquezas que podrían bastar para dar un medio de vida a sus gentes y evitar la emigración que ellos, enamorados de su tierra, llevan de un modo doliente. Yo disfruto de esos parajes, rey solitario en mi jardín neolítico, pero no cedo al egoísmo y deseo que otros puedan también disfrutar y que los nerpianos puedan arrancar los nuevos frutos de la tierra a través del turismo rural y eocológico. Pero hace falta que alguien se acuerde de Nerpio, que como le pasa a Teruel, también existe. Hay que hacer inversiones  a las que el municipio solo no alcanza(una brillante iniciativa local –El Parque Cultural de Nerpio- camina muy lentamente falta de recursos). Y que los nerpianos sean así los primeros protectores del legado que la naturaleza y los humanos dejaron en su tierra para toda la humanidad.

5 comentarios

León -

La idea del parque cultural de Nerpio no apunta a lo etnográfico, sino que, al decir de los que animaron su inicio, a los restos históricos (su gran riqueza de pinturas rupestres, sus restos de fortalezas medievales) y a su tambien grande riqueza natural.
Si la contemplación de estas riquezas por parte de los visitantes puede dar un medio de vida a muchos vecinos, no veo qué mal puede haber en ello.
Claro, que también hay grados y peligro. El imponente castillo de Lorca fué convertido en una cosa bastante hortera y mostrenca, llamada La fortaleza del sol, un parque temático, sí. El Nacimiento del rio Mundo (Los Chorros) en Riópar también se ha convertido en algo parecido a un circo.
Es un problema difícil de solucionar, porque lo que tampoco se puede hacer es decirle a la gente de esos lugares es "permanezcan ustedes en sus estupendas vidas sencillas si estropear su legado para cuando a mí me apetezca ir en mi 4x4 a verlo". La única herramienta que conozco (aunque puteada por los intereses bastardos económicos y políticos) es el concepto y la cultura de la sostenibilidad. Es decir, explotar racionalmente los recursos sin sobrepasar el punto a partir del cual sean los dañados irreversiblemnte. Pero la voracidad del consumo y el liberalismo económico salvaje dejan la más de las veces esta herramienta colgada en su clavo como un trasto inservible.
Es un asunto muy difícil de resolver.

KinJongII -

Los parques culturales son como los parques temáticos: en ellos todo es espectáculo por la sobrevaloración del signo. En cierto sentido son la excrecencia etnográfica plasmada en fetiches.

León -

Gracias Juanjoll. Bienvenido al blog. Vuelve siempre que quieras. Un saludo.

Juanjoll -

El artículo de León es muy acertado, y parece que no se trata de hacer poesía, sino que manifestar una realidad. Por cierto, Ángel (comentario anterior), ni los nerpianos ni Spock son de Urano: Spock es de Vulcano (ciencia ficción) y los nerpianos de Albacete (realidad).

angel -

Qué bien que sigas con la poesía, aunque sea en prosa. Por cierto los nerpianos, son de urano como Spock?