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El Puente. León Molina

Pepucidio

Pepucidio

Si es usted un profesional brillante con logros incontestables, si le acompaña el éxito en su actividad, si la empresa o institución donde trabaja obtiene grandes beneficios fruto de su talento y de su esfuerzo, tenga mucho cuidado. Sepa que es usted el candidato perfecto para sufrir un pepucidio. No deje de mirar a su espalda, vigile a su jefe, no se fíe de nadie. Puede usted llevar a su equipo a ganar el campeonato de Europa y el campeonato del mundo, que cuando llegue la olimpiada, aparecerá un señor oscuro que le dirá; Querido Pepu, vamos a prescindir de ti, que me da la sensación de que se está olvidando quién manda aquí. Que no haces más que salir en la prensa y dice mi señora que te estás subiendo a las barbas. Y además, te he pillado. Si yo digo que tienes que venir a una reunión a las cuatro, me da igual lo que tengas que hacer. Es a la cuatro y punto. Y estás cesado. Es una de las formas de pensamiento patrio. Y te irás al paro. La única forma que tiene usted de evitar caer víctima de un pepucidio es meterse a la política. Porque la política es mucho más equilibrada en este sentido. Si usted es brillante y entra en política, le dejarán hacer durante bastante tiempo en que usted aportará lo mejor de sí mismo al partido. Luego le irán dando cargos  y responsabilidades. A partir de entonces le irán presionando para que sepa lo que se puede hacer y lo que no se puede hacer, lo que se puede hacer aunque no se deba, le enfrentarán a la eficacia suicida de la administración,  le darán un tiempo insuficiente para conseguir nada e irán en suma haciendo de usted un inútil sin ningún logro apreciable del que sentirse orgulloso y recordará con nostalgia los tiempos en que se sentía orgulloso de lo que hacía. Pero no debe arrugarse. Sepa que lleva usted camino de ser ministro. Lo cual es lo máximo que puede llegar a ser una persona brillante degollada por la fiebre del pepucidio. A partir de ahí todo resuelto. Le repescará la empresa privada y le pagará un pastón para que prepare usted enchufes y  tratos de favor para su empresa. Eso si es usted hombre, porque si es mujer, puede llegar a ser miembra del gobierno lo cual es mucho más que ministro. Y podrá usted poner un teléfono o incluso una teléfona para que los asesinos y pepucidas, que el fondo son buena gente, tengan la oportunidad de hablar con un psicólogo/a del ministerio/a (de 9 a 14h.) y desista de su empeño entre sollozos. Y pasará usted a la historia o incluso al historio de los mismísimos hombres. Pepucidio o ministerio. ¡Que suerte ser un inútil!.

1 comentario

democrito -

Brillante, no se puede decir más con menos, un saludo