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El Puente. León Molina

Yeste. Patrimonio en ruinas

Yeste. Patrimonio en ruinas

El Palacio de la Vicaría de Yeste se está desmoronando. En estos días en que, por otras causas, agradecemos las lluvias que caen sobre nosotros, un palacio de casi medio siglo de antigüedad se va deshaciendo como un azucarillo en el café. Y al parecer se está lejos de poner en marcha las acciones que lleven a su salvamento. Un diabólico enredo de propietarios, expedientes de ruina, peculiaridades de la declaración BIC (bien de interés cultural), ausencia de recursos económicos y posiblemente voluntades que llegan tarde, parecen condenar a este monumento a ser un recuerdo perdido en un solar ocupado por viviendas, oficinas, o vaya usted a saber. Hace unos días una comisión de responsables políticos y asociaciones de la Sierra del Segura se entrevistaron con el Director General de Patrimonio de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Después de dar repetidas vueltas entre los vericuetos de la situación actual del palacio, afirmaba éste que no encontraba una solución al problema y pedía tiempo para estudiar el asunto, porque la solución inmediata que lógicamente pasa por el dinero necesario para las actuaciones urgentes es, al decir del director general, inalcanzable para la Consejería en estos momentos. Esperemos que Luis Martínez y la consejera Soledad Herrero, Barreda o quien sea, apliquen al asunto su buena voluntad y el interés que el caso requiere aunque sea para esas actuaciones de urgencia. Y es que el edificio del que hablamos lo merece. En primer lugar porque dentro de la situación de periferia geográfica y económica que ocupa la comarca de la Sierra del Segura respecto al conjunto de la región, la conservación y puesta en valor del patrimonio cultural es esencial para el desarrollo turístico que constituye una de las pocas vías de desarrollo de esta zona, porque es un edificio que ha sido coto privado de los poderosos de la villa y se quiere poner a disposición de toda la población que durante generaciones lo ha visto sin poder entrar desde la pobreza con sus pompas y lujos de gente adinerada (ha sido durante bastante tiempo casino privado). Y porque no hay que argumentar mucho para entender que la pérdida de los bienes en que se ha desarrollado nuestra historia, es una pérdida que afecta incluso a nuestra propia identidad. Buena parte de la historia de esas tierras andaluzas y manchegas podría escribirse con el relato de todo lo acaecido entre sus paredes. Y por si fuera poco, es un edificio de mucho porte y belleza situado en una de las calles principales de la población. Si finalmente cae, al corazón de cada persona sensible y sensata llegará su ración de vergüenza.

1 comentario

Merche -

León mira a ver lo del medio siglo de antigüedad, despista un poquillo

Un saludo