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El Puente. León Molina

Mirando por las rendijas

Mirando por las rendijas

En algunos momentos se abren pequeñas rendijas por las que los simples ciudadanos podemos entrever las pruebas y las magnitudes de la colosal estafa que sufrimos por parte de ese matrimonio bien avenido del gran capital codicioso y una clase política incompetente y criminal. Hervé Falciani era un trabajador del banco suizo HSBC que durante años capturó cuentas, datos e identidades de las grandes bolsas de dinero negro custodiadas por esa entidad. Por una carambola del destino, a este señor, la justicia francesa le incautó toda esa información.  Ciñéndonos a lo que afecta a España –porque si no, el historión no cabe en este artículo-, la justicia francesa entregó la información de 3.000 cuentas españolas que afecta a unos 700 evasores de impuestos en nuestro país que juntos suman una evasión al fisco español de unos 6.000 millones de euros. Consideren que esto es lo descubierto en uno de los muchos bancos suizos que es uno de los muchos países que se comportan como paraíso fiscal. De modo que es fácil aventurar que  el fraude puede ser varias veces el total del rescate de nuestro país. Uno de los primeros investigados fue Emilio Botín, que al día siguiente se presentó con los 200 millones que había defraudado con lo que se cerró el expediente y en paz, ni denuncias, ni juicios. Pero hagamos alguna comparación; lo defraudado por Botín (sólo en ese banco, sólo en ese país) es exactamente el m ismo importe de lo recortado por el gobierno a las CCAA en julio en el capítulo de ayuda a la dependencia, que convertirá la vida de muchos ciudadanos en un infierno. El total de fraude descubierto (sólo en ese banco, sólo en este país) es una cantidad idéntica al recorte que el gobierno hará a las CCAA en 2013, que como es lógico en su mayor parte se llevarán a cabo en educación y sanidad. Dice el gobierno, sin descomponer el gesto,  que el sistema no es sostenible. Y es cierto, el país no puede sostener a tanto ladrón de guante blanco, a tanto sinvergüenza en coche oficial, sobre todo porque lo estamos pagando ya no con dinero, sino con nuestra salud, con nuestra educación, y por resumir, con nuestra dignidad. Por rendijas como esta se ve a veces el tamaño del desfalco ¿Y qué mas?, ¿se ve quizás también que los ciudadanos se están perdiendo definitivamente el respeto a sí mismos? Lo iremos viendo cada día.

1 comentario

Ayatollah -

En una pancarta decía:
Habéis robado por encima de vuestras posibilidades