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El Puente. León Molina

 

LA NAVIDAD Y LA PINZA

 
 

En el comienzo de las fechas navideñas nuestra ciudad se ha visto llena de la tradicional iluminación especial. Pero este año, intercalados entre estrellitas  y campanitas y el resto de cursilerías, han aparecido grandes anuncios publicitarios como parte integrante de esa iluminación. Me parece algo de mal gusto pero desde luego de una exquisita coherencia. Porque las fiestas navideñas son algo cursi y de mal gusto y son también sobre todo un gran negocio. Yo se que no soy ningún fiera, pero la Navidad, de verdad es que no la entiendo. Quiero decir que no entiendo el rollo social de la Navidad. Tengo algún amigo cristiano y en estas fechas celebra el aniversario del nacimiento de Cristo, piensan en ello, renuevan sus convicciones, van a la misa del gallo y esas cosas. Esto sí que lo entiendo. Pero esto es cosa de cuatro. Para todo el resto es sobre todo folklore cutrelux  de espumillones dorados y renos voladores con cara de gilipollas. Tíos más grandes que un piano de cola, camino ya de los cincuenta, que conoces de toda la vida, en estas fechas te llaman, te mandan correos electrónicos, o te envían postales que parecen dibujadas por un preescolar de las hermanitas teresianas y dicen unas cosas acojonantes; “ Te deseo una feliz Navidad”, pero tío, si sabes que soy ateo desde que hice la primera comunión, y tú también, por cierto. “Que en el nuevo año se cumplan todos tus deseos”, pero no digas chorradas hombre, si se cumplen todos mis deseos, qué narices voy a hacer luego. “Que el amor te estimule en el 2006”, ¿me estás llamando impotente?. “Que disfrutes de paz y unión con tu familia”, pues solemos hacerlo por lo general, aunque en navidad es un poco más difícil por el follón que se monta. Y luego, rompiendo moldes, está mi amigo murciano “Pichica, que te chispes a gusto y que por donde más gusto te dé que se te enganchen”, pero claro, todos sabemos que Murcia es otro mundo. Hasta el Grego, que tiene una cabeza privilegiada, me ha mandado una postal animada con un hadita voladora que va encendiendo velitas con su varita y otras cositas. Y el Paquito ya para qué; un vídeo con las luces de la ciudad y saludo en familia. ¿Amigos, qué os está ocurriendo?.  Yo sé que van de buen rollito y por eso les agradezco estas cosas, pero de verdad que creo que con la navidad se les va la pinza. Así que no pasa nada. Yo también os quiero a todos. Ahora bien, por los villancicos sí que no paso. Y aviso: a los acordes del beben y beben o del fun fun fun, me convierto en una bestia agresiva. Con que la pandereta quietecica y felices pascuas a todos.

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