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El Puente. León Molina

Vandalismo institucional

Vandalismo institucional

El támdem murciano compuesto por Ramón Luis Valcárcel (presidente regional) y Miguel Cámara (alcalde de Murcia) pasarán a la historia como uno de los más eficaces agentes destructores del patrimonio medioambiental e histórico de esa hermosa y para mí queridas región y ciudad.  Y el patrimonio histórico árabe de la ciudad  quizás es el que sale peor parado, no en vano usted puede tomarse un cubata en el horrendo bar del Rincón de Pepe apoyando los riñones en un paño de la muralla medieval o puede ver una casa árabe a través del suelo de cristal de una tienda de bisutería en el Centro comercial Cetina. Ahora atacan de nuevo. Resulta que en el amplísimo espacio del jardín de San Esteban las obras de un parking han descubierto un complejo de ruinas de edificios árabes que constan (de momento) de cuarenta y ocho casas, siete palacios y una mezquita. Es decir una riqueza arqueológica más que notable. Dicen que levantarán todas las ruinas, harán el parking y pondrán encima parte del yacimiento (el resto ahí se queda debajo del hormigón). ¿Se puede despreciar más la cultura y la historia?; o para hablar claro, ¿se puede ser más burro?. Seguro que por burros que sean saben que un yacimiento de estas características debe llevar años de estudio cuidadoso removiendo por lo general capas y capas de sedimentos que puede constituir una aventura del conocimiento y un hito en el aprendizaje de la propia historia. La justificación de su dócil director general de bellas artes (que no es arqueólogo ni nada parecido) es de vergüenza ajena: “los murcianos del siglo XIII no nadaban tres metros y medio por debajo del nivel del suelo”, dice y se queda tan pancho.  Todos los expertos consultados dicen que es una auténtica barbaridad, que los materiales que hay allí no resistirían el traslado. Pero a ellos todo les da igual. Quieren su parking y no tanto ladrillico viejo. Y gente así rige los destinos de las artes y el patrimonio en una región. Amigos murcianos, desde aquí mi apoyo en vuestra lucha contra el vandalismo institucional. Suerte.

1 comentario

arturo -

No estamos solos en Chinchilla. No es consuelo.