Blogia
El Puente. León Molina

Tontuna internacional

Tontuna internacional

La gestión de la política internacional española es una constante fuente de vergüenzas para los españoles que vemos a nuestros políticos de uno y otro signo debatirse en un quiero y no puedo. Se mueven en un afán paranoico por ser alguien importante en el concierto de las naciones. Parece que viviéramos bajo el influjo de un complejo de inferioridad, fruto quizás de los largos años de aislamiento internacional. Y porqué no decirlo, por un reflejo nacionalista de esa “gran nación mundial que fue España” y cuyo papel hegemónico ha quedado grabado en la memoria histórica de este país. Con esta situación en España vemos continuos pasajes algo delirantes y hasta vergonzosos. Con Aznar tuvimos la patética actuación de Perejil y la vergonzosa escena de los pies encima de la mesa en la Casa Blanca, prolegómeno de la foto de las Azores. La derecha dice que con Aznar España tuvo un papel internacional destacado y no cabe duda de ello, pero de auténtica vergüenza. Ahora con Zapa y Moratinos tampoco estamos para tirar cohetes. El primero mendigando una silla en las reuniones internacionales y el segundo con actos tan lucidos como visitar al repugnante dictador ladrón y maltratador de su pueblo Obiang y para mayor adorno de la jugada, acompañándose de Fraga, casi nada. Recientemente al eurodiputado Yáñez, que apoya a la maltratada y clandestina oposición democrática de Cuba, se le negó la entrada en la isla y nuestro ministro (que va a Cuba y no visita a esa oposición) no pasó de una tibia declaración defendiendo el supuesto trabajo por colaborar en la democratización de la isla, sobre la que no se ha conseguido nada en cincuenta años ni se conseguirá mientras los Castro están en el poder (de las reformas anunciadas sólo se ha plasmado en la realidad el permiso para comprar teléfonos móviles, cuando hay y a precios que los cubanos no pueden pagar).  En fin, que para mí que antes de seguir haciendo el tonto en política internacional más le valdría a este país pasar por el psicólogo y aspirar a una discreta normalidad, como hacen por cierto los países que mejor viven de nuestro entorno.

0 comentarios