Deuda y libertad
El pasado fin de semana el diario Público dio a conocer un informe acerca de los costes por las fluctuaciones del mercado en la compra de deuda pública. El dato de incremento de ese coste pone los pelos de punta; 3.000 millones del ala. El diario ofrece una comparación muy gráfica para poder valorar la tremenda suma; ese dinero equivale al doble de lo que se consigue con la congelación de las pensiones. Sí señores pensionistas, a los grandes inversores les basta un ligero miedecillo para dejarles a ustedes si aumento de pensión. Resulta que como a Grecia y a Irlanda les va mal, pues los señores inversores dicen el estado español tiene que darle un interés mayor si quiere su dinero, no vaya a ser cosa que España caiga también en esa espiral y no cobren (negocio redondo por cierto, de netrada cobro más interés y si pasa algo llamamos a Europa al rescate). Pero con todo, lo más preocupante de todo no es el morro de los inversores, sino la demostración palpable de que el mercado (con sus grandes poderes; gran capital y políticos mediocres y obedientes) es el rector absoluto de la organización y gobierno de la economía de los países del neoliberalismo descarado o tapado como el nuestro. El margen de maniobra de los gobiernos es ridículamente pequeño. Y esto no quiere decir otra cosa que la libertad es en nuestro entorno una palabra cada día más hueca. Y todo esto sucede ante la indiferencia de la ciudadanía y la extrema mediocridad y cobardía de la clase política que no se sale ni un centímetro del guión que le marcan. ¿O no ha sido patético ver al presidente cuadrado y a la orden mientras le decían “ahora gasta y haz muchas obras, ahora nos gastes y recorta por todos sitios”?. ¿Hasta cuándo nos seguirán engatusando con lo del estado de bienestar, que por cierto ha funcionado sólo para una mínima parte de los seres humanos de este planeta?. Me temo que hasta que se llegue a un auténtico crack; la avaricia de los tiburones es insaciable y encontrarán el modo de llevarse su pasta mientras todo se hunde. Sigamos pues en nuestra confortable siesta. Lo que tenga que ser será, ¿no?. Pues eso.
2 comentarios
jump manual review -
El sapete -
La cosa es que cuanto más miedo tengamos menos nos vamos a resistir a cambios que supongan entregar parte de nuestro estado, nuestra libertad o nuestro dinero, así que se crean estados de pánico para meternos mano, lo mismo vale un tsunami, una guerra o una crisis económica, hay que meter miedo para que la gente trague.
Un abrazo